Thursday, 15 May 2014

La supuesta igualdad es una falacia

A lo largo de la Historia y, sobre todo, en los dos últimos siglos han tenido lugar movimientos liberadores que, partiendo de la condición de oprimidos de un conjunto de individuos con características comunes, han cuestionado la tradición o la norma social que les subyugaba.

Desde hace centurias el ser humano se ha visto en este tipo de situaciones y ha actuado consecuentemente. El papel que desempeñó el famoso Espartaco para la liberación de los esclavos en el Imperio romano y el movimiento obrero de los siglos XIX y XX tienen en común el afán de la conquista de la dignidad por parte de aquellos grupos humanos que carecen de ella o a los que les ha sido arrebatada.

Sin embargo, en el momento en que los elementos del poder subyugador ven en grave peligro su situación privilegiada, estos aceptan la existencia de la desigualdad, pero apelando a los avances conseguidos, niegan la necesidad de continuar luchando.

La razón de este fenómeno es el temor a que estos grupos oprimidos se vean en una posición de completar su conquista por la dignidad y por la igualdad. Esto supondría una derrota para el opresor, bien porque, como en el caso del movimiento obrero, vería su posición peligrar; o porque, como en el caso del movimiento feminista, el pensamiento tradicional se vería suplantado por uno nuevo, y cualquier cambio es temido por los elementos más reaccionarios del poder establecido.

Frente a esto, hace falta demostrar que una causa justa debe ser llevada a cabo hasta el final, diga lo que diga el poder.

Thursday, 10 April 2014

El machismo y la lengua

El machismo en la lengua es un tema que se halla sometido a un constante debate desde hace unos años ya, debido a la creciente concienciación sobre el problema que supone el machismo en la sociedad actual. A lo largo de la historia, los grupos humanos, en su gran mayoría, se han regido por una distribución desigual del poder entre mujeres y hombres. Desde la división sexual del trabajo que viene dándose desde la Prehistoria hasta la prohibición de la participación de la mujer en el ámbito político y religioso, pasando por la reducción a un mero objeto sexual del mal llamado "sexo débil" y la negación de derechos de la mujer (de la que estamos siendo testigos a día de hoy en España con la nueva ley del aborto), la masculinidad hegemónica se ve plasmada en la lengua. Es necesario apuntar que el idioma castellano en sí no constituye un obstáculo, una amenaza o un impedimento para el proceso de liberación de la mujer, ya que como se ha comentado anteriormente, el uso que se hace de la lengua no es más que el reflejo de la cultura y el pensamiento de aquellos que la hablan. Así, el empleo de un lenguaje sexista en el castellano, se explica mediante la hegemonía histórica de la que han disfrutado los valores patriarcales y la mentalidad machista en los países de habla hispana. De esta manera, se encuentran ejemplos de este fenómeno, tales como las connotaciones positivas que se le dan a ciertas palabras masculinas, mientras que a sus homólogos femeninos se les otorga cualidades negativas (véase "zorro" y "zorra" o "golfo" y "golfa"). El diccionario se construye a la medida del uso de una lengua, y para que el machismo desapraezca de esta, primeramente habrá de desaparecer de la mentalidad de las personas.

Thursday, 29 August 2013

El PP y las malditas banderitas

En un programa de Cuatro el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, al ser preguntado ha afirmado que él estaría a favor de expulsar a los miembros de Nuevas Generaciones de su mismo partido que en fotografías aparecen portando simbología franquista o haciendo el saludo nazi. Sin embargo, ha añadido que el mismo procedimiento debería ser llevado a cabo con los casos de miembros de otros partidos que posean banderas de la Segunda República.
Según él, parece ser que ambas banderas, la franquista y la tricolor son igual de preconstitucionales. Y por lo tanto las dos son ilegales. Incluso se ha atrevido a afirmar que la Segunda República fue la causante de la Guerra Civil y de un millón de muertos. Es una verdadera tomadura de pelo a los soldados republicanos que lucharon contra el levantamiento de un fascismo tan real como cierto. Ahora resulta que la Guerra Civil no fue causada por los militares que se sublevaron contra el Gobierno de la República sino que fue la culpa de los españoles que resistieron la sublevación fascista.
Mientrás en Francia honran a los héroes que lucharon contra los militares golpistas, alzando una bandera tricolor en París, el gobierno del PP los deshonra.
Además, vamos a ver si dejamos las cosas claras Sr. Hernando. La bandera esa de la gallina de Franco es preconstitucional, anticonstitucional, y fascista; mientras que la tricolor representa un país con un régimen democrático. No hay justificación para condenar esta última. No es ilegal. No lo digo yo, lo dice la Constitución Sr. Hernando. Antes de hablar, infórmese. No vaya a ser que la cague usted.

Wednesday, 3 July 2013

Juntos podemos

Nos quieren borregos. La ignorancia está de moda. Han hecho que la ignorancia esté de moda.  Y la ignorancia es el yugo de mayor peso que nos puedan uncir. Es el enemigo del progreso. De la prosperidad. De la evolución. De la revolución. En definitiva, de toda la humanidad. La sociedad no está dormida, está sedada. Ellos nos dicen que podemos volar pero nos privan de alas. Ellos nos dicen que podemos andar, correr, saltar… Y nos meten en jaulas. Pero quien no se mueve no siente las cadenas que le atan a la estaca. Y lo peor de todo es que  a veces si nos quitan esa estaca y esas cadenas no sabemos a dónde ir. Es un perfecto caso del Síndrome de Estocolmo. Hemos llegado incluso a venerar a nuestro propio verdugo. Ese mandamás insidioso que nos prometía prosperidad, y que nos aseguraba que quien no la alcanzaba era porque no quería.
Sin embargo, hay una parte de la sociedad que siente ansias de volar hasta tocar las nubes de la utopía. Una parte de la sociedad que va aumentando en número. Avanzando. Poco a poco pero con paso firme. Cada día somos más los que nos movemos y nos damos cuenta de las muchas cadenas que nos atan. De las muchas cadenas que nos quedan por quebrar. Porque uno sólo no puede sacudir el yugo que oprime a todo un pueblo. Hacen falta muchos. Y somos muchos. Más de lo que pensamos. Ahora sólo nos falta actuar.

Juntos podemos.